sábado, 10 de octubre de 2009

Plantas de biodiesel frente a nuestra salud


Buscando información por internet he encontrado un artículo de Ecologistas en Acción de Cádiz bastante interesante.

Nos proporciona datos sobre la cantidad y proporción de materiales que necesita una planta de biodiesel para la fabricación de este: además nos informa sobre cómo influyen esos elementos en nuestra salud.



Lo más importante a destacar son los siguientes dos párrafos:


"Entendemos que el biodiesel es una energía alternativa a los combustibles fósiles pero no a la generación de contaminación en el punto de producción. Con las actuales tecnologías disponibles y según datos de la Consejería de Agricultura, para la producción de 1005 kilos de biodiesel son necesarios 110 kilos de metanol, 15 de catalizador y 1000 de aceite, además de 4,29 metros cúbicos de agua. Multipliquemos estas cifras por las 200.000 toneladas que se pretenden producir en la refinería y los datos son aterradores.
A elevadas concentraciones el metanol puede causar dolores de cabeza, mareos, vómitos nauseas e incluso la muerte. Una exposición aguda puede causar ceguera. Una exposición crónica puede ser la causa de daños al hígado."


Si realmente los biocombustibles son tan "beneficiosos" para el medio ambiente ¿cómo puede ser que sus componentes tengan tantos riesgos?

1 comentario:

  1. Ese último parrafo pone en evidencia la cantidad de comprehensión que tienen acerca de química o seguridad industrial.
    La nueva tecnología para hacer biodiesel no utiliza agua en el proceso lo que lo hace aún más sustentable.
    En realidad estoy en contra de la deforestación para plantar semillas que produzcan aceite, habiendo fuentes de aceite de 2da mano o aceite de algas en cultivos marítimos.
    La materia prima del biodiesel o su proceso no es ninguna amenaza. Hay otras industrias mas dañinas y peligrosas cuyos desechos o procesos ponen en alto riesgo al ambiente, como las refinerias petroleras, la industria minera, la pesca desmesurada o ilegal, la producción de plásticos y materiales sintéticos, por nombrar unas pocas.
    Pero estas industrias como generan un alto índice de remuneración, tienen el presupuesto para pagar impuestos, permisos, acusaciones legales, silencio ciudadano y otras cosas quizá más corruptas.

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