jueves, 22 de octubre de 2009

La producción de bodiesel destruye nuestros bosques

Activistas de Greenpeace denuncian que el cultivo de soja destinado a la producción de biodiesel para el mercado internacional, principalmente el europeo, provocará la destrucción de los últimos bosques nativos del país.
La SAGPyA viene promoviendo la producción de biocombustiles con el objetivo de abastecer al mercado mundial.
Según datos de la organización ambientalista, para proveer materia prima para las plantas de biodiesel existentes, se necesitan más de 9 millones de hectáreas de este cultivo. La producción a gran escala generará una nueva presión para expandir las tierras agrícolas disponibles, provocando la destrucción directa e indirecta de los últimos ecosistemas naturales.
Durante las últimas semanas se ha sumado otro gran cuestionamiento a la producción y consumo de biocombustibles, el impacto de estos en la subida de los precios de los alimentos, lo que ya afecta a millones de personas en el mundo, especialmente de los sectores más vulnerables.
“Pese a las advertencias de organismos internacionales como la ONU o el Banco Mundial, y de numerosas organizaciones ambientalistas, los gobiernos siguen promoviendo la producción y el consumo de biocombustibles”. “Los cultivos de maíz o la soja para la producción de biocombustibles compiten directamente con los alimentos, provocando su escasez y el aumento de precios”.
Para Greenpeace la producción de estos combustibles no puede significar la destrucción de bosques nativos ni debe poner en peligro la soberanía alimentaria. Por otro lado, la organización ambientalista exige el establecimiento de un estándar de calidad que obligue a que en el análisis de ciclo de vida de los biocombustibles se genere una reducción de gases de efecto invernadero (GEI) de al menos un 60 por ciento comparados con el combustible que reemplazan.

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